miércoles, 18 de septiembre de 2013

Rojo, que te quiero rojo

En uno de los 12 meses que nos contemplan. Durante una semana de esas que “ni más ni menos” (pero un poco más). Un día en los que haré la misma rutina que el resto de los 364 (365 si es bisitesto). En un hora en la que alguien en el mundo estará diciendo ese terrible “su vida dio un giro de 360º" (sí 360º) …
Pues en uno de esos momentos, os digo y os avanzo que mi corazón estará más rojo que nunca.
Rojo como… Un tomate bien fresco, listo para convertirse en un buen gazpacho veraniego. Como el color de mi fiel pintalabios. Como los vestidos veraniegos que dejan ver las rodillas morenas. Como el color que utilizamos para dibujar manzanas (porque en dibujos las manzanas siempre son rojas). Como la sangre alterada (y enamorada) por la primavera. Como un rubí, de esos que lucen las señoras de bien. Como el botón de emergencia que siempre está ahí tentándonos a tocar. Como Marte con su óxido de hierro. Como la alfombra de los Oscar (a la que hacen más fotos que a ti y que a mí, en toda nuestra vida. ¡De verdad!) Como un autobús Inglés estacionado al lado de una cabina de teléfono roja (sí, también de ese rojo). Como las cerezas que se comen (y las que se convierten en pendientes). Como los bolígrafos rojos que solo sirven para remarcar nuestros errores (o corazones en las libretas). Como un vino que sólo se bebe en buena compañía (aunque para ello no importe el color). Rojo como la “red hunting hat” de The Catcher in the Rye (el de J. D.Salinger, no el otro,¡bendito otro!). Como una sandía fría que sacia la sed, el hambre y la tristeza. Como la tapa del bote de conservas de tu abuela (en la que se conserva todo menos el corazón).Como un pañuelo de San Fermines. Como la pieza roja de lego que siempre se pierde (y que pasa las horas junto al calcetín amarillo). Como la lana roja de la bufanda que acaricia tu cuello. Como la capa de Superman que a tantos salva, y a tantos entretiene. Como la manzana que dio protagonismo a la rancia de Blancanieves.

Quedáis avisados: ese día llegará y todos lo veréis. Y muchos me preguntaréis que cómo lo he hecho, y yo solo diré eso de que… “el tiempo pone a cada rojo en su lugar”.


martes, 30 de abril de 2013

Sí, pero ¿cómo?


¿Cómo sé si lo que ven mis ojos es lo que ven los tuyos si quizás no compartimos la misma idea del color azul ?

¿Cómo sé si lo que oyen mis oídos es lo mismo que lo que oyen los tuyos si nunca nos escuchamos?

¿Cómo sé si lo que leo yo lo lees tu también si ambos hemos aprendido a leer entre líneas?

¿Cómo sé si mi noción del tiempo es la misma que la tuya si para mi “el otro día” abarca horas, semanas, meses o años pasados?

¿Cómo sé si mi idea de distancia es la misma que la tuya si para mí la distancia no la hacen los kilómetros?

¿Cómo sé si tienes el mismo frío que yo si tú estás rodeado por otros brazos?

¿Cómo sé si nuestros corazones baten al mismo ritmo si el mío me lo han robado?
 

miércoles, 3 de abril de 2013

Presente Indicativo del verbo “Abril”


Yo, vuelvo (como las oscuras golondrinas de Becquer)

Tu, sigues allí

Él, acaricia nuestras frías mejillas

Ella, (la sangre) se altera

Nosotros, vivimos lo que hace un mes era el futuro y lo que algún día se volverá pasado

Vosotros, os enamoráis con más facilidad (véase de nuevo la tercera persona femenina del singular)

Ellos, migran buscando un lugar mejor (como tu, como yo)

Ellas, brotan y despiertan de su letargo (mientras que otros seres humanos siguen durmiendo)

Una vez memorizadas estas conjugaciones, hay que prestar atención, ya que en el caso de que queramos conjugar con el futuro, deberemos hacerlo con Mayo. Las acciones de Abril formarán parte del pasado. Si por el contrario lo que pretendemos es utilizar el pasado, conjugaremos con Marzo... y así, sucesivamente.

Gracies.


martes, 22 de enero de 2013

Desde el VI a.C.



Yo pienso, luego soy una molécula pensante, luego existo. fluyendo, como todo. Él siendo bueno por naturaleza. Ella (la naturaleza) como la madre de un todo. Nosotros sabiendo que no sabemos nada. Vosotros siendo lobos para el hombre. Ellos pensando lo que quieren (pero al menos pensando). Mi fin justificando mis medios (o no). Tu circunstancia influyendo a tu ser. Su verdad siendo deseada, no descubierta y por eso buscada. Nuestro “yo” siendo idéntico a nuestra realidad. Vuestra mente siempre amando a lo desconocido…




Sus verdades como puños, ahora y siempre.

 (everything you need can grow)

jueves, 13 de diciembre de 2012

Describir (que no escribir)

Cuando las ideas brillan, pero por su ausencia.

Cuando buscas y nada encuentras.

Cuando comienzas, pero nunca acabas.

Cuando tu bombilla no se ilumina porque le han cortado uno de los cables. Y, ¡ojo! Siempre es el rojo...

Cuando las musas te abandonan con un rotundo "no es por mí, es por ti". ¿Y qué le vas a hacer?

Cuando increíblemente lo escrito carece de palabras ( y la carencia de palabras es la nada)

Cuando los verbos "ser" y "estar" ni son, ni están.

El día en que tu imaginación, en un arrebato de vértigo se corta las alas para así no volar.

¿Y si tu propio cerebro se fuga? Quizás a otro país o planeta...

Cuando la inspiración no respira, porque ni inspira ni expira...

Cuando intentas ir tan hacia el infinito y más allá, que te quedas en el mismo lugar en que tienes los pies plantados.

Cuando los verbos no conjugan, ni las personas quieren ser sujetos, ni poner en marcha predicados varios.

Cuando pasa todo ello, es momento de volver al lugar de donde ERES (que no siempre es donde ESTÁS) y comenzar a describir (que no a escribir) aquello que sientes.








(Gracias a A)

viernes, 26 de octubre de 2012

Otoño se escribe con tres "o"


Pongámonos en la situación de que las estaciones del año fueran hijos de un matrimonio (bien avenido) que en una demostración de amor a la humanidad decidió dejar 4 hijos totalmente diferentes. 


Bueno, pues si seguimos imaginando, llegaríamos a la conclusión que Invierno (hijo mayor) aunque un poco frio, lleva consigo la capacidad de hacer del frio una virtud, eso sí, si está acompañado de una buena taza de chocolate caliente, una estufa y buena compañía (¡y que venga lo que tenga que venir!). Primavera, la hermana guapa, aquella que resalta por encima de todos. Ella es el aire fresco pero agradable de la familia. Verano es la más desinhibida. Disfruta de la vida y es por esa razón que es el ojito derecho de algunos de la familia. Otoño, sin embargo, sería aquel hijo que está en medio, que “ni fu ni fa”, aquel que nunca estrena porque tiene hermanos mayores y aquel que por no ser hijo pequeño no cuenta con “ventajas”.
Otoño seria aquel hijo que pasa desapercibido, "siempre vistiendo colores apagados" (le diría su madre) aquel hijo que es “demasiado serio, prudente, melancólico y frágil” (Le reprocharía su padre)

Pero Otoño…Otoño es y quiera estar,
aunque sabe que no gusta a mucha gente.
Le asocian con la tristeza, la rutina, las lluvias torrenciales, y eso como podéis imaginar no gusta. Pero en el fondo, Otoño sabe que es muy hermoso y cuando nadie le ve, le gusta crear música haciendo caer las hojas. Y luego, cuando éstas llegan al suelo, pinta una alfombra de tonalidades naranjas y marrones infinitas en el suelo grisáceo. Desnuda a los árboles lentamente…muy lentamente, para que cada segundo sea importante para el desnudo final -como aquellas películas de antaño que tanto le gusta ver en las noches de lluvia-. Le encanta la lluvia porque dice que “limpia y depura” y que es una buena excusa para compartir paraguas con alguien y así romper con la rutina “individualista”. Además su broche final es una buena brisa que enfríe los dedos mientras pasea con su bici.
Otoño es más persona de lo que creemos, Otoño es el típico amigo que no tiene éxito en su lugar de origen, pero que en otro país, hace las delicias de cámaras de fotos con sus colores otoñales, del tacto por chaquetas nuevas suaves, del gusto de un buen tazón de “algo” caliente e incluso del olfato con el olor a lluvia reciente.
Yo soy muy Otoño, me gusta, porque hoy por hoy y en el lugar donde me encuentro, Otoño crea maravillas que hacen que se despierten todos los sentidos.




miércoles, 26 de septiembre de 2012

Observando un día observé..tus ojos


Los ojos que buscan otros ojos,los ojos como canicas o como platos,los ojos de un caracol,ojos marrones,marrones,marrones,marrones,verdes,marrones,azules... los ojos con arrugas,ojos con lagañas,ojos de enamorados (típico),ojos con lágrimas y ojos que nunca lloran,ojos de sorpresa , de tristeza, decepción o también de alegría,los ojos para ver,los ojos para sentir,los ojos que dicen la verdad y los que mienten,los ojos bizcos,ojos con gafas o con lentillas,ojos que ven,ojos que se hablan ¡y se entienden!,los ojos segundos antes de despegar el avión,ojos cerrados para soplar velas y para pedir deseos (y así concentrar todo el esfuerzo),ojos que muestran,comer por los ojos,ojo! Exclamativo,ojo que guiñas y los que no pueden guiñar el ojo,ojos que leen,ojos que se cierran,ojos que ven cosas invisibles,ojos que han visto demasiado,ojos pintados,ojos que imaginan,ojos que desnudan, otros que visten y aquellos que espían,ojos asiáticos,ojo por ojo,ojos que miran pero no observan,ojos de cristal y ojos claros como el cristal,ojos grandes,ojos con ojeras y ojeras que tienen ojos,ojos  de cine,ojos que matan,ojos con un universo dentro (yo los he visto),los ojos de Carmen Selma,ojos separados en la distancia,cejas con ojos incorporados,ojos en pleno MOR (REM), ojos de fotógrafo,ojos que nunca podrán ver(te),ojos que parpadean 20 veces por minuto,ojos daltónicos,ojos que se cierran al estornudar,ojos que miran hacia arriba para recodar y hacia abajo para pedir perdón,ojos que se esfuerzan para ver bien y ojos vagos de tanto ver,mirar a los ojos,

tus ojos

-ojeadas de una humilde observadora-